(Quito, Ecuador). https://ivonnegordon.com/ Realizó su tesis doctoral titulada: La femineidad como máscara:un estudio de la obra poética de Gabriela Mistral. Es poeta, crítica literaria, traductora, ensayista. Profesora Titular de literatura latinoamericana en EEUU. Entre los galardones el más reciente, Premio Poeta en Nueva York, Ediciones Valparaíso, USA; Premio Internacional de Poesía Hespérides; Premio de poesía, Jorge Carrera; finalista del Premio Internacional de poesía Francisco de Aldana; finalista Andrés Bello; Mención de Honor Premio Internacional de Poesía Oriente-Occidente, Rumania; Finalista del Premio Extraordinario Casa de las Américas. Ha publicado más de una decena de libros, entre los más recientes: Barro blasfemo (España, 2009); Meditar de sirenas (Suecia, 2013, 3era Ed. Chile, 2019); Danza inoportuna (Ecuador, 2016); Ocurrencias del porvenir (Argentina, 2018); El tórax de tus ojos (España, 2018); Diosas prestadas (España, 2019); Casa de Agua (Estados Unidos, 2021). Ha publicado numerosos artículos académicos sobre literatura latinoamericana de divulgación internacional. Ha sido invitada a los más importantes festivales de poesía internacionales, su poesía consta en más de cuarenta antologías internacionales. Ha sido traducida al inglés, rumano, griego y polaco. Su obra es estudiada por destacados académicos en universidades de EEUU y Ecuador.
INKOOL
Quién dice que eres más poeta
porque escribes sobre Moby Dick,
sobre Ezra Pound o Whitman.
Porque Whitman es necesario en la poesía kool
se ha puesto de moda escribir
bibliografías incompletas en los poemas
para dar un dejo de exotismo literario
para dejar saber a los lectores
que conoces la textura de los muslos de Marilyn Monroe
porque desde Cardenal, Marilyn Monroe se convirtió
en un símbolo, en una cosa, en un objeto
de la poesía kool. Marilyn quisiera que la dejaran en paz,
por algo colgó el teléfono y no contestó
la última llamada. Quién dice que la poesía
es un referente de referentes
donde se nombra a Spinoza y a Borges
en el mismo verso
y se habla de Barfly como si fuera otro encuentro
de otro trompetista del jazz,
como si Cortázar fuera el que escribe sobre las cenizas
de Johnny Parker, y hay tantos fantasmas
que viajan por el río del gran Amazonas
nombrando las calles de Paris,
las lecturas de Madame Bovary,
los sufrimientos de los campos de concentración
aunque muchos desconozcan lo que es quemar cuerpos humanos
hacer jabón de ellos, tener abuelos que huyeron
para descansar al otro lado del fondo
de este papel, los poetas kool
escriben desde lo lejos de la experiencia
porque es más extravagante hablar de lo desconocido
que de las muelas apostilladas
en la mandíbula izquierda.
Crees que te hace más poeta
citar a Kavafis, sin jamás haber pisado
la Ítaca de arenas blancas.
Fue un desajuste del amanecer
pensar que ahora la poesía
se vuelve un sin fin de citas
de Marilyn Monroe, Sting, o cualquier
otro personaje kool. Y pensar que he vivido
las cien vidas de los ciempiés
he leído más allá de tu sonrisa
he respirado de los pulmones de las abejas,
he traducido el lenguaje de los troncos
he respirado por las branquias de los peces,
y he leído a todos los kool, vivido en sus mismas
fosas, sin embargo, no los cito en mis poemas
porque no quiero ser pretenciosa de mi saber,
quiero que la poesía sea un observatorio
astronómico de lo inkool.
Inédito
EXTIENDE
Extiende las manos
sobre el cuerpo de la otra,
saldrá de tus manos
la luz de las estrellas,
que todo redime.
Con las manos
te hospedas en el fuego
y en la palabra.
Has conseguido unir
las dos fuerzas
en un matrimonio
frente al espejo.
Has unido al azar
las fuerzas que se pelean:
la ternura y la abnegación
se dan la mano,
el deseo
un pálpito inconsciente.
Entre el coraje y la blasfemia
se rebaten por perderse.
Vuelas alto
al lado de tu amante,
después de padecer hambre y sed,
tratas de calibrar las maldiciones divinas
te cubres el rostro,
y vuelves para celebrar el matrimonio
frente al espejo que sigue intacto
después de tu vuelo.
Barro blasfemo (Torremozas, Madrid 2009)
TILDAR LA VIDA
Cómo tildar la vida de vida. Dónde va el acento
en el marco del deseo. Ese deseo húmedo de tarde,
de tiempo engranado en la piel. Dónde poner la tilde
en el primer beso, en el estremecimiento de la piel en
reposo, dónde poner la tilde en cuerpos que se reconocen
desde antes del alfabeto. Memoria húmeda de silencio.
Donde no existe el tiempo, sólo tildes en todas
las noches maduras de vida, en todas las piedras
silentes de amor, las tildes sólo existen
en las esdrújulas de las piedras grabadas
en esquinas secretas de un alfabeto
visible. Tildar es arrojar una piedra
en las olas del deseo y sofocar el silencio
en una sílaba aguda hecha de cuerpo.
Meditar de sirenas (La Trastienda, Chile ed. 3 2019)
EL ROSTRO DE DAFNE
El rostro se repite en dos llamas
dos llamas que no logran acallar el tiempo.
Dafne pierde la cordura por Apolo.
Un encuentro sin principio
ni final. En medio de los árboles
inflamados por la humedad de la tierra
ocurre un tropiezo con una vela encendida.
Rostro en rostro
piel en piel
latido en latido
cuenca en cuenca vacía.
A mitad del camino, el destino de pies
de pasos, de encuentros, confirma los nombres.
Dos cuerpos anclados
dos almas que se reconocen
en la epifanía de la mirada.
El amanecer del bosque les dio
a beber la eternidad en sus labios despiertos.
No se despiden, se abrazan al viento
para volverse a encontrar.
37
La inmortalidad engendra luz
y capullos de valentía en el pecho
de los amantes, ya vendrán mejores días
donde el asombro del cielo
les hará volver a encontrase en la respiración
de los huesos quietos, y en los ojos de la luna.
Diosas prestadas (Torremozas, España, 2019)
MEDUSA SIN VESTIMENTAS
Todo mito es la bebida tibia de la herencia.
Medusa aparece en la copa de cáliz
sus cabellos señalan el sentido del viento
y son el navío itinerante de las ballenas.
Su mirada puede convertir a los hombres
en piedra. El mundo no es visible
así lo prefieren los dioses.
Sus cabellos revelan los cantos de los arrecifes
es bella y escueta como el silbido de Meltemi.
Medusa dispersa las ondulaciones de mil culebras.
En su vientre se cocen las galerías de los ecos.
El río corre. La piedra inmutable del bosque
se viste de mil cabezas tatuadas en la belleza del sonido.
El horizonte cárdeno se viste de nubes indecisas
sus cabellos destienden la falta de esperanza
su mirada es fuerte como el mástil de los navíos
y desde el vértigo de las colinas convierte en piedra
al descreyente que se marcha por los caminos.
La inmortalidad engendra luz
y capullos de valentía en el pecho
de los amantes, ya vendrán mejores días
donde el asombro del cielo
les hará volver a encontrase en la respiración
de los huesos quietos, y en los ojos de la luna.
Diosas prestadas (Torremozas, España, 2019)
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