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ANTOLOGÍA DE POESÍA PALMIRANA MÁS ALLÁ DEL VUELO

La poesía en Palmira se hace voz, transmuta desde los labios en caída libre al desierto blanco de las páginas, se hace palpable, visible y provocativa, se viste de gala para habitar los ojos, se recodifica a sí misma sin más pretensiones que existir, permanecer o ser punto de partida.

 

Esta antología pretende ser eso: punto de partida, posibilidad de caminos para esas voces, para esas búsquedas, hoja de ruta y cartografía de las palabras y por qué no, si todos los sueños se hacen uno, el inicio de la gran colección de autores palmiranos.

© Más Allá del Vuelo

Antología de Poesía Palmirana

Agenda Cultural

©Secretaría de Cultura de Palmira, 2022

 ISBN: 978-958-49-7748-9

 

Gestor del Proyecto:

Ancízar Arana Cruz

Consejero Municipal de Cultura Sector Literatura

 

Consejo editorial de la antología:

Guillermo Tovar Torres

 Junior Adilson Pantoja

Ancízar Arana Cruz

 

Edición: Ancla Ediciones

anclaediciones@gmail.com

 Cel.: 57+3102590375

Diseño de carátula: Niyireth Cano Valencia

Ilustraciones: Carol Dayana Arana Velásquez

Corrección de estilo: Fires Parra Arias

 

Queda prohibida, sin la autorización escrita de los titulares y el editor, la reproducción parcial o total de esta obra con fines económicos. Los poemas de la presente antología son propiedad y responsabilidad del autor, su publicación en la siguiente antología no limita sus derechos.

 

 

 

 

 

 

 

Esta Antología hace parte de la Agenda Cultural de

la Secretaría de Cultura de Palmira,

mediante una convocatoria abierta realizada

por el Sector de Literatura de la ciudad,

en el marco de la propuesta

Circulo de Poesía Palmirana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PRESENTACIÓN

 

Palmira es una ciudad de múltiples voces, la poesía deambula por las calles entre morrales desgastados o portafolios repletos de papeles legales, se hace vuelo en un rincón de la plaza de Bolívar, mientras los granos dorados tapizan el suelo o viajan en el emplumado abismo de una paloma y las metáforas emergen anónimas, casi indiferentes, con la única intención de sólo ser. La poesía fluye entre los pupitres, se escapa de las  cátedras acartonadas y se redime en nuevas manos ambiciosas de mundo, se hace añeja, se fermenta en las pupilas experimentadas que han visto todo, que han soñado todo, pupilas ocaso, pupilas vida.

 

La poesía en Palmira no se queda quieta, se hace sueño,   visión y rebeldía, dolor y patria, pasión y lujuria, y camina descalza el día lunes, llena de precariedades, de gritos pidiendo ser ventana, y camina de etiqueta, amortajada en la monotonía de un jueves cualquiera que se rompe a sí mismo en el centro de la ciudad o se sienta en silencio en los andenes de los barrios y sus laberintos invisibles.

 

La poesía en Palmira se hace voz, transmuta desde los labios en caída libre al desierto blanco de las páginas, se hace palpable, visible y provocativa, se viste de gala para habitar los ojos, se recodifica a sí misma sin más pretensiones que existir, permanecer o ser punto de partida.

 

Esta antología pretende ser eso: punto de partida, posibilidad de caminos para esas voces, para esas búsquedas, hoja de ruta y cartografía de las palabras y por qué no, si todos los sueños se hacen uno, el inicio de la gran colección de autores palmiranos.

 

Ancízar Arana Cruz

Consejo Editorial

 

 

Contenido

Presentación

Eduardo Luna Hurtado 

Ele Vergara 

Lina Fernanda Rincón Chávez 

Paola Andrea Montoya 

David Betancourt 

Luis Camilo González Lema 

Diana Ariza 

Luz Adrianis Rodríguez Romero 

Yuliana Gómez

Eros de Brend 

Andrés Moreno Ramírez

Alexánder Arias Calero

Armando Banguera Herrera 

Javier Humberto Banderas Cardona

Luz Marina Arredondo 

William Felipe Hurtado Quintero

Elizabeth Duque 

Constanza Eugenia Muñoz Flórez 

David Morales Izquierdo 

Gladys Durán Daza 

Carlos Andrés Piedrahita Guiza 

Mauricio Cappelli 

 

EDUARDO LUNA HURTADO

 

Nació en Palmira en 1962, ciudad que considera uno  de los grandes amores de su vida. Desde su infancia sintió una gran inclinación por la lectura. Ya en la adolescencia empezó a desarrollar la pasión por escribir.  De los primeros años de juventud datan sus primeros  trabajos escritos: poemas, cuentos, pensamientos, diarios, cartas, etc.

 

Es licenciado en Historia, de la Universidad del Valle.  Desde hace varios años pertenece al grupo de poesía “Plenilunio” de la ciudad de Cali, donde ha publicado la mayor parte de su producción literaria de adulto, en  la revista y en los libros colectivos.

 

Varios de sus poemas y cuentos han aparecido en antologías a nivel departamental y nacional. En 2014 ganó el  concurso nacional de poesía de La Casa de Poesía Silva y ha recibido menciones de honor en el concurso de poesía inédita de Cali 2019 y en el concurso de poesía Eduardo Carranza 2022.

 

Último mejor destino para una guitarra

 

Su madera conservaba memorias de lunas.

Coraje y caricias.

Hilos de lluvia que rasgó el verano.

En horas de espejos su voz se quebraba.

Cristal y tallo. Badajo en el vacío.

Si no fue mesa ni cuna

no quise verla convertida en astillas.

 Ha vuelto a sus raíces y a sonar.

La colgué de una rama como si fuera una fruta.

Convertida en caja, aljibe ya sin cuerdas,

en un nido de pájaros.

 

Eduardo Luna Hurtado 

 

 

La Bienvenida

 

Descálzate de las hojas caídas

y entra.

Traes en tus ojos tanto sur

que se vuelven torpes mis palabras.

 Busco en tu silencio lejanías,

estaciones de trenes,

arboledas que no atravesamos.

Tengo para ti dones sencillos:

Una fruta, la tarde, mi sonrisa.

Del adiós se regresa con un valor extraño.

En tus labios que tiemblan

un brillo de gorrión se engalana.

Al fin encuentran mis manos tu talle

que busqué por los contornos del sueño.

La cita se ha cumplido en esa canción

que gira en el disco como una luna negra.

 

 

ELE VERGARA

 

Nació en Amaime en el año 2000. Empezó con la poesía  a sus 18 años y hace parte del Laboratorio internacional de poesía afro femenina Cimarroneando el Verbo, un  grupo de mujeres con las que participó en la publicación del libro “Cimarronas del Verbo, juntanza poética” (Amafrocol, 2022); adicionalmente, Ele ha participado en publicaciones colectivas como “Con los pelos de punta” (Amafrocol, 2020), “Metáforas al vuelo” (Ancla ediciones, 2021), “Las voces en mí” y “Como si fuera la primavera” (Ita Editorial, 2022) entre otras.

 

Acaba de lanzar su primera publicación independiente titulada “Ella, poemas cortos” (ITA Editorial, 2022), una colección de poemas conceptuales inspirados en las mujeres de su vida.

 

Sábado

 

A pesar de todo, la vida sigue;

a pesar de todo, hoy es sábado.

En el barrio, hoy es sábado.

 

Los asesinados ya fueron enterrados,

la próxima semana se harán los rituales de venganza,

pero, por hoy, la vida sigue.

 

A pesar del frío,

afuera,

aún es sábado.

 

En un parpadeo

 será lunes

y la vida retomará su curso de horas facturables,

volverán las preocupaciones por la ausencia del dinero,

 se coronará al aburrimiento

como amo y señor de las rutinas cotidianas;

pero mientras tanto,

hoy es sábado

 

 

LINA FERNANDA RINCÓN CHÁVEZ

 

Maestra en artes plásticas, egresada de la facultad de artes visuales y aplicadas del Instituto Departamental   de Bellas Artes, Cali. Diplomado en pedagogía visual Instituto Departamental de Bellas Artes. Se ha desempeñado como promotora de lectura en el municipio de Palmira con la Secretaria de Cultura, para diferentes institutos educativos, bibliotecas, casas de adulto mayor, institutos de niños especiales.

 

Paralelo a su actividad como artista visual, ha escrito poesía por varias décadas, almacenada en cientos y cientos de papeles que acompañan sus bocetos y hace   aún más intensa su actividad creadora. Sus poemas han sido seleccionados y publicados en el libro CALCO. A lo largo de su carrera artística como escritora y poeta  ha participado en más de 20 presentaciones donde ha declamado y compartido sus poemas donde algunas veces mezcla su actividad performática con la narrativa, premio bienal 2021 performance el silencio en Colombia.

 

 

Suspiro

 

Aspiración fuerte y prolongada,

lo miraba en la noche antes de dormir,

su espalda olía a café

días donde su cuerpo era mi refugio.

 

Frigidez de palabras que danzaban por mi lengua

húmeda

soñando con ponerte poemas en la mesa de noche,

el polvo fue óbito.

 

Veo el camino

 

Y como el crudo destino,

canta sobre mi alma

¡Qué bello mi día!

 

Me dice antes de morir.

 

 

 

Árbol

 

-Un día antes de su muerte –

 

Hoy escribo sobre su carne,

anuncio que mis poemas están siendo crueles,

en el árbol herido se contemplan las palabras,

resuenan secretos,

el abrazo que nos dimos,

aún recuerdo cuando jugaba escondite tras de él,

¡que añoranzas!

 

 

 

-Despedida-

 

Quiero subirme en sus manos verdes y largas,

recorrerlo como las aves,

ver desde su lomo mis juguetes en el suelo,

agarrarlo fuerte para que no lo corten,

regalarle un abrigo para que no muera de frío

 

 

PAOLA ANDREA MONTOYA

 

A mis 30 años soy estudiante de licenciatura en Literatura de la Universidad del Valle sede Palmira donde curso último semestre, actualmente resido en el municipio de El Cerrito, pero soy Palmirana de nacimiento.

 

Dedico mi tiempo a escribir poesía que atraviese mi alma y la de mi lector o lectores, dependiendo de cuantos quieran leerme, pero con uno me basta. En el pasado, en plena pandemia, tuve la oportunidad de hacer dos publicaciones en el exterior, un poema para la editorial hago cosas del país de España, y una calaverita literaria   para el día de muertos en el país de México, y conté con la fortuna de ser ponente en el segundo coloquio de la Universidad del Valle con la poesía indígena de Humberto A`kbal y su transformación de poeta a chamán.

 

 

 

Alto

 

Hicimos una tregua de ¿amor?

él juró no volverme a buscar en su vida

y yo juré no volver a encontrarlo en mis sueños.

 

ele vergara
lina fenna rinco
paola ande montoya

Hambre

 

De frenar balas que disparan llantos,

de silenciar bocas que trasquilan cantos.

Hambre de matar poetas pusilánimes y flacos,

fatiga de mujeres mudas

a quienes mutilaron sus manos.

Hambre, codicia,

afán de no ser solamente una piedra muda

dentro de un zapato.

Olvido

 

Hoy soy ceniza

en la memoria de un poeta que también

 han sepultado en el olvido.

 

Baúl

 

Guárdame ahí, bajo la sombra de la luna llena,

donde el sol no ha besado y la noche sigue en penumbra,

donde acumulas tus noches vacías,

donde guardas las memorias de tu infancia,

las sonrisas de tu padre

y las historias de tu abuelo.

 

Guárdame en secreto en el rincón de algún prado,

donde las aves reposan mientras vuelan al nido.

Ocúltame, y no le digas a nadie que, entre tú y yo,

lo único que existe

es el olvido.

 

 

DAVID BETANCOURT

 

En boca de todos como Betan. De cuna caleña, pero bronceado Palmirano. Nació un octubre del 2002 y dos días después ya estaba haciendo arte.

 

Estudiante de artes visuales de la Universidad del Valle   y aprendiz de lo que sea mientras le dé tiempo, su in terés a lo largo de su carrera y vida ha sido por la producción audio visual, el baile en todas sus formas, la gestión cultural y la poesía.

 

Co-fundador del colectivo literario Palabras Biches cuyo objetivo ha sido contribuir a la agenda cultural de la ciudad de Palmira desde la poesía y las artes literarias. Acariciador profesional de perritos, repartidor oficial de abrazos.

 

 

Triste

 

Quepo en un cenicero

y mis ríos se unen a la brisa que azotaba el sol de ayer,

llevo las corneas hechas cántaro,

un barrial al pie del colchón

y un techo ardiente que me pide cada noche una taza

de quietud.

 

Barro la cama para quitar el polvo de cuando soy

antiguo,

mis raíces son la mismas que las de los geranios de mi

abuela,

mi cobija siempre ha sido un baúl de abrazos.

 

Peso lo que pesa la conciencia de Judas

 soy el punto más remoto de la tierra.

 

 

 

LUIS CAMILO GONZÁLEZ LEMA

 

Nacido en Palmira el 8 de enero de 1996. Su interés por la literatura empezó en la juventud, donde tuvo oportunidad de leer a novelistas rusos, argentinos y colombianos.

 

Luego de interesarse profundamente por la poesía, emigró a Estados Unidos a los diecisiete años, donde se tituló como Bachelor’s in English en la Universidad Central de la Florida.

 

Su interés por la poesía le llevó a escribir varios libros   que se mantienen inéditos, y constantemente traduce  del inglés al español distintos autores para hacerlos accesibles a otros lectores ávidos.

 

 

Ayer

                                                                         

Sobre un verso de Mallarmé

Ayer, ayer, ¡devuélveme su aurora!

 la esquiva sombra del pasado mío,

aquel que fui, quien se contempla ahora

con rostro impropio y corazón vacío.

 

El día va pasando, y se desflora

en un cielo plomizo, y el baldío

declinar de silencio que rumora

en el alma se vuelve escalofrío.

 

Ayer. Ya ha sido cubierta de nieve

la alta estatua que miraba al poniente

sabiéndose ya sin amanecer.

 

Oh, vida: endeble sueño, intenso y leve,

en que todo tuviste, y finalmente

ya no posees, ¡ni podrás perder!

 

 

El vampiro

 

El cuerpo inmóvil, la boca inclinada,

a la sombra revela el blanco cuello;

en la pupila abismando un destello

sobre una lengua trémula y pesada.

 

Ya se abre paso en la senda mojada

deshojando el delgado y rubio vello;

dejando en él impreso el tibio sello

de la piel tiernamente lacerada.

 

Entonces dio el último suspiro

tras haber cansado el labio sediento

 en la desnuda tez que se opacaba,

 

y tras secarse la boca, el vampiro

admiró aquel paisaje sangriento

sintiendo que el deseo no menguaba.

 

DIANA ARIZA

 

Soy estudiante de Ingeniería Agronómica, quiero dedicar mi vida al campo colombiano y aprender. Mi pasión surge en la danza de lo natural, el entorno me habla  e intento retratar su sentir por medio de palabras.

 

Soy una mujer sencilla, me gusta conectar con la gente,  soy apasionada y lucho por mis ideales. Me apasiona el  arte en toda su expresión, lo disfruto tanto como espectadora o siendo partícipe de su creación.

 

Mi lema es “no soy lo que escribo, soy lo que sientes al  leerme.”

 

 

El texto que eres

 

Me siento en el escritorio,

pienso en ti,

en que si el bolígrafo tuviese el poder

yo estaría eternamente entre tus líneas.

 

Encontrándome sometida a tus inicios largos,

 a tus desarrollos densos

y a tus finales inconclusos.

 

Qué líricos son tus besos,

qué callados son tus puntos finales,

qué manera tan extraña de relatar tu fuerza,

 qué incomprensión hay en tus desenlaces.

 

¿Cuántos puntos suspensivos esconde tu cuerpo?

¿Cuántas palabras y micro-cuentos esconden tus

cicatrices?

 

¿Por qué hay tanta puntuación en ti?

creo que esa coma no iba en tu pecho

y espero no pienses que he sobreentendido tu texto.

 

Soy yo quien pone mi mano

para que el bolígrafo determine que más quiere escribir,

pero no niego el hecho de que si de mí se tratase

escribirá en cursiva para acariciar tu piel

con la suavidad que esta demanda.

 

 

david beancourt
luis camlo gonzlez
diana ariza

 

 

Colombia

 

Ojos acunados por ojeras cansadas,

pupilas dilatadas por la incertidumbre de la noche,

 manos temblorosas empuñando futuras muertes.

 

Una guerra sin fin,

diferentes ideales, bandos enfrentados.

 

Después del tiroteo

surge el silencio devorador.

 

Nacen los ríos rojos en la selva,

se abre el día con el cantar de los pájaros

y se cierra la noche con el seco sonido del disparo.

 

Inicio y fin,

llora el niño recién nacido.

 

Inicio y fin,

llora el hombre en su lecho de muerte.

 

 

 

LUZ ADRIANIS RODRÍGUEZ ROMERO

 

Estudiante de Licenciatura, en Literatura en la Universidad del Valle, sede Palmira. Habita la ciudad de las  palmas desde el año 2003, hija de una madre persistente  y de la educación pública.

 

Fiel creyente del arte como salvación y herramienta de transformación social. Evasora de religiones, pero cautiva de la bondad colectiva.

 

 

Autosabotaje

 

Soy mi propia piedra, inerte en el camino del porvenir

 me persigo entre cada paso, la indecisión sacude,

soy mi propia piedra, no hay culpa a la sombra,

he agotado todos los discursos de salvación,

me ato, me asfixio para no continuar,

soy mi propia piedra, me estanco en cada intento,

avanzo y no veo la salida del ensueño,

soy mi propia piedra partida en tres,

un espasmo entre el pecho y el corazón,

dos ventanas enterradas en el recuerdo,

tres lágrimas a media noche,

soy la piedra, soy el camino,

 avanzo y resisto.

luz adriamis

Descenso

 

A los cuatro sonreía sin parar,

 hasta los siete fui feliz,

a los nueve conocí el dolor,

los once me dieron la amistad,

el primer amor llegó a los quince,

desde los dieciséis no tengo memoria,

el tiempo se ha vuelto un parpadeo,

ahora soy los vestigios de lo que hicieron de mí,

ahora soy lo que hice de los recuerdos

ahora, ayer

a los veinticinco no pude escribirme  

mañana, hoy

me ahogo en veintisiete océanos de sol.

 

 

 

Doble fondo

 

En el espejo se refleja un cuerpo

sin nombre,

 sin pasado;

se agrieta en la soledad,

empañado de incertidumbre,

 la piel desganada,

desgarrada, sofocada;

hay un cuerpo en mi lagrimal,

desliza la ausencia de ser alguien,

 de ser algo,

en el espejo se refleja mi cuerpo

agrietado, mancillado;

ilusiones del futuro que no llega,

oasis del no ser, no existir,

en el espejo no se refleja un cuerpo,

no será, no seré,

el espejo quiebra en el grito del olvido.

 

 

 

 

YULIANA GÓMEZ

 

La unión, Valle del Cauca, 1999. Licenciada en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad de Pamplona.

 

He participado en diferentes eventos como lo fue la convocatoria de jóvenes poetas ciudad de Cúcuta donde obtuve el cuarto lugar en la convocatoria, además, fui publicada  en el libro “Cien años, Cien Poetas, Cien Poemas” de la biblioteca pública Julio Pérez Ferrero, en la ciudad de Cúcuta, fui la organizadora del primer recital de poesía colombiana en la Universidad de Pamplona en noviembre del 2019 y poeta invitada en el municipio de Palmira al recital “21 Nocturnos para David” realizado en UrbanArte en el año 2020.

 

 

 

Tierra

 

Devenir del tiempo,

dorado como una naranja,

alas amarillas reflejo de la sombra,

latiendo por la inexistencia de ser.

 

El tiempo vendrá, besará la puerta,

abrazará,

y batirá el éxtasis de tierra mojada.

 

Dejad

que la tierra nos conceda el virgen deseo de ser,

 la mar encontrará nuestras manos.

 

 

EROS DE BREND

 

Nacido en Palmira, Valle del Cauca, en algún año del siglo XX. Es un cavernícola que encendió la llama de  la palabra y confiesa secretos inéditos; un desconocido que despliega sus alas entre las sombras, un fantasma con alma de aventura, un dinosaurio con carisma de perro, un borracho sincero y un loco muy cuerdo.

 

Ha participado en el Festival Internacional de Poesía   de Manizales, ha publicado en revistas como Sinestesia, TriploV y Fábula. Ha estado en antologías como la  de Diversidad Literaria de España.

 

 

 

Suicidio

 

Me he convertido en una especie más,

nacido del huevo de mi propio monstruo,

 untado de porquería con olor a mierda

que se alimenta de almas que deambulan

distraídas en los pasillos.

 

Ya es el momento,

lo indican las manecillas,

deformo recuerdos que ahogo

en el rincón del demonio.

 

En las ruinas del olvido

algo grita en nombre de lo que nunca fui;

 eso que está en la entraña

de algún laberinto sombrío,

y que busco en el escondite de lo inalcanzable, parece

 eterno.

 

Ni siquiera puedo

con la baraja exacta

de las horas que al pasar

 me estrangulan.

 

De este lado,

la soga de mi cuello

 ocupa el espacio

devorado por el monstruo

en esas horas de ausencia.

 

A la derecha,

al ver por la ventana,

estoy yo;

entre la hora precisa para encontrarme

y el vacío profundo

dentro de lo que cabe seguir vivo.

 

 

yuliana gomez
eros de brend

Eternidades

 

Algo me falta en este espacio

 lleno de ti, oculto en mí.

La redención hecha sombra en el rincón de las siluetas

 se transmuta

como si la soledad tuviera su propia tierra de liras

tocadas por hombres sin ojos

y su puente hubiera sido tallado con las manos

de un artesano ciego que repite su figura

y repite y repite hasta la vigilia

o como si esto fuera un recital de poetas

 sordos que no saben cuándo callarse.

 

Algo me falta en este espacio

que se llena de ti como una luna

 en el eclipse de un ojo

y aunque la arena inunde el todo del mundo

y se fragüe con arcilla un libro de infinitos sueños

sostendré con la mirada

el cielo que mis ojos trepan

hasta que caigas en ese retrato que conservo;

 hasta que la muerte desplume

cada uno de mis huesos rotos.

 

Me he fumado todos los espirales

como un elixir verde que abre ventanas púrpuras en el

 universo

porque quiero abrir de una sola todas las formas

 que me conducen a ti

mientras masturbo aquel verso

que tiene poses en los puntos suspensivos

 sobre las líneas de la piel

justo cuando hay una coma esperándonos en el placer,

 tal vez así te conserve como eres:

la propiedad etérea del amor perpetuado.

 

Me faltas en este espacio lleno

de ti, oculto en mí;

 las sonrisas que te llevaste

eran luceros hasta que me arrebataste la noche

y ahora las estrellas caen como simples cuerpos

que van hacia la triste muerte de la luna.

 

 

 

 

ANDRÉS MORENO RAMÍREZ

 

Palmirano de pura bicicleta y cholao. Cursó su educación básica en emblemáticas instituciones educativas de  la Villa de las Palmas, como la escuela Hárold Héder y el colegio Raffo Rivera. Obtuvo un título de pregrado  como Administrador de empresas en la Universidad Nacional, sede Palmira.

 

Durante sus estudios siempre se mantuvo cercano al acto indivisible de leer y escribir, pero sus primeros escritos sólo fueron publicados en su época de universi tario, por esto, tres de sus poesías fueron incluidas en la antología de poesía y pintura: “Palmira, color y palabra, del año 2011”.

 

También ha explorado en narrativa y escritura de textos  para teatro y títeres; siendo una de sus obras publicada en el libro: “Titiritextos volumen 1” del año 2013, de la  fundación teatral Madretierra de Palmira. Además, en el año 2022 gestionó la autopublicación del libro “Cartas desde otro planeta”.

 

 

Las tres son para ti

 

Cada muerto tiene su flor, cada flor

se pasea por un verso

recogiendo lágrimas

enfrente de los inmortales muertos.

 

La calle solo existe para los que viven entre paredes,

nada saben los perros y las aves de fronteras.

 

Escurren fluidos del cielo,

las cercanías se trasforman en caricias,

en la fauna de papel

todos los colores, todas las delicias.

 

andres mreno ramirez

Hoja al suelo

 

Miro al firmamento,

me miran las imágenes del universo.

 

La extensa soledad que nos atañe

combate famélica las lejanas presencias

en el fulgor de las ciudades, hombres nacen, hombres

mueren.

 

Sombras del sol arribando con el viento,

mujeres resucitan,

mujeres emprenden el vuelo sin regreso.

 

Vuelvo a Siberia con los hijos del abandono,

agonizo bajo un puente en el gélido invierno citadino,

todos somos el parias en juego de las naciones,

herederos de las nadas usurpadas,

somos todo y somos nadie

contemplando el ulular del otoño,

Acudiendo al nacimiento de otro mundo.

ALEXÁNDER ARIAS CALERO

 

Nace en Palmira en 1969, estudia la primaria en la Escuela Julio César Arce en el barrio Colombia, se gradúa como bachiller del Colegio de Cárdenas de Miriñao, hace tránsito un tiempo en el teatro y la danza, estudia Sociología y una maestría en Historia en la Universidad del Valle. Su trayectoria profesional la ha desarrollado como docente e investigador, sin perder la pasión por la escritura.

 

 

 

Mar

 

En la mañana el aire respira aves,

en la tarde respira soles

y en la noche, la sal de una estrella.

 

 

 

Fluidez

 

Luces llegando,

caudal de sueños.

 

Mucha agua para un barco tan pequeño,

cuerpo frágil para una emoción tan grande.

Se entiende el naufragio, venimos del mar.

Llegar a pesar del tiempo.

 

 

 

Color

 

Modular la temperatura para resaltar el asombro.

Segundos separan la sensación de estar y dejar de ser.

Todo se mueve.

 

Las hojas, aun en el suelo, siguen siendo árbol.

No lo extrañes, lo llevas puesto.

Calma

 

Cerrar la luz y viajar la oscuridad, otro lenguaje para

mover la respiración.

No hay salir o entrar, la mirada es la barrera.

Los trazos, la amplitud de la piel y los pliegues

se escuchan mejor con la luz apagada.

 

 

 

 

ARMANDO BANGUERA HERRERA

 

Vive en Palmira, ciudad que lo vio nacer en 1971 y desde entonces le da albergue y cariño. Desde temprana  edad ha sido un observador de su entorno y con base en vivencias propias y ajenas, trata de hacer ejercicios literarios sin academia y solo para intentar conectar con esa energía etérica que le permite al ser, alivianarse ante  la desbordante densidad que nos arropa. Hombre de familia, Ingeniero Industrial de la Unad, ha transcurrido su vida laboral en el campo del mantenimiento industrial. Ahora, con un poco más de dedicación, entendiendo que el mundo literario es infinito, complejo y maravilloso, se asoma por esta ventana para compartir una esquirla de su mundo.

 

 

 

En una calle cualquiera

 

Algún día nos encontraremos,

en una calle cualquiera.

 

Nuestros ojos se alinearán,

y hablarán de los besos perdidos,

de las palabras mudas,

las caricias reprimidas,

del falso abrazo afectuoso

que oculta terremotos,

de la pasión maquillada,

gota fría resbalando por la cara.

 

Después que confiesen los silencios,

caminaremos de la mano,

y haremos el amor

en el lecho más cercano.

 

Luego nos iremos,

y quizá nunca más nos encontremos,

pero habremos saldado una deuda pendiente

que el destino nos cobraría algún día,

al hacernos coincidir,

en una calle cualquiera.

 

 

 

Craps

 

Se lanzan los dados.

Cada vez se vive menos

y la supervivencia pesa más.

 

Sombras asesinas acechan el pensamiento,

a la libertad esposada

le dan permiso para fumar.

 

El aire que da vida

esta infestado de fantasmas,

 la mueca de la muerte

nos parece una sonrisa,

y en la tirada,

si es que los números nos favorecen,

 elegimos la agonía prolongada,

disfrazada de amaneceres.

 

 

 

 

 

 

JAVIER HUMBERTO BANDERAS  CARDONA

 

Javier Humberto Banderas Cardona, nacido en Palmira, (Valle del cauca) en 1963, de joven vivió entre la ciudad  y el campo, siempre se inquietó por el arte y la cultura, entre ellas las danzas folclóricas, el teatro y la poesía. Egresado del colegio Cárdenas de Palmira, es normalista superior de la Jorge Isaacs de Roldanillo. Ha ejercido siempre múltiples artes y oficios, incursionó en alguna época en la radio en su ciudad natal y un periódico tipo revista en la ciudad de candelaria en los años 80.

 

Fue docente de primaria en algunos colegios privado por un corto tiempo y llegó a tener su propia institución educativa en una época. Se ha interesado siempre por escribir poesía, pero nunca ha hecho publicaciones escritas, hoy pretende lograr un sueño en ella, y es convertirla en parte integral de su vida, y poder en algún  momento aportar desde este género un grano de arena que permita ayudar a liberar la poesía que duerme en cada uno de nosotros.

 

 

 

Pluma polimorfa

 

Desde el lenguaje de tu silencio

me estremece un grito ensordecedor

 que rompe mis sentidos.

 

Me enfrento a todos aquellos

que me quieren crucificado en ti,

mientras voy rumbo a esta batalla,

soy un caballo de Troya dentro de mí.

 

El tiempo, corona de la muerte,

es una tormenta para mi alma llena de vacío,

 en esta tierra nublada de credos.

 

Mi risa mordaz,

extraviada entre el lamento de todos,

simula un triunfo,

mientras recojo mi armadura hecha pedazos.

 

Me queda el hielo de una tumba

que me invita en cada segundo a transpirar en ella,

 mientras me abraza una esperanza ajena

que ilumina tu imagen.

 

Reconozco esa estrella

que rompe la oscuridad de mis ojos,

buscando en el infinito

a ese Dios incansable que juega sobre mi destino

 con su pluma polimorfa.

 

Me escapo por un instante

del caos de tu mágico mundo,

 apagando por completo

las luces que me han tenido encandilado

a tu vorágine de incansables escenas,

y juego a ser el Dios de mi propio universo;

es un sueño placebo.

 

Ahora, seré yo quien escriba

sobre el destino de mis habitantes

en este mi reino de sueños,

igual que tú,

yo les daré a mis comediantes el libre albedrío

 que les permita ser dioses y demonios.

 

Que puedan soñar un poco a oscuras

para que renazcan en su propia luz,

y de vez en cuando se liberen de mí,

y de mi pluma polimorfa.

alexander arias
armado banguea
javier humberto banderas
luz marina arredondo

LUZ MARINA ARREDONDO

 

Poeta y gestora cultural, nació en Manzanares, Caldas. Hija adoptiva de Palmira (Valle), en donde lleva viviendo 60 años. Se ha dedicado los últimos 25 años a la  literatura en la ciudad y ha trabajado con la Secretaria de Cultura, desarrollando programas con semilleros de poetas, con los estudiantes de colegios y encuentros literarios con poetas locales, nacionales e internacionales.

 

Tiene varios reconocimientos por su gestión cultural en  especial del Concejo. Ha sido miembro activo del Consejo Municipal de Cultura y ha trabajado con Confandi en tertulias literarias. Ha sido invitada como poeta a los  países de Ecuador, Perú y México, siendo reconocida como gestora cultural por el Ministerio de Cultura.

 

 

 

Duelen

 

Cómo duelen los silencios de los domingos

 cuando todo se queda como estático y

la tarde languidece.

 

Desde mi ventana observo las montañas lejanas

teñirse con los colores del crepúsculo,

¡Qué hermoso paisaje!,

pero aun así no dice nada a mi alma.

 

La nostalgia lo invade todo,

esta sensación de vacío al no tenerte lo ocupa todo.

¡Cómo duele la soledad!

 

Este día me entristece,

se hace largo y pesado

por esperar en vano que llegues.

 

Cómo duelen los días en que tú no estás,

cómo duelen los silencios del domingo

al morir la tarde.

willian felipe hurtado

WILLIAM FELIPE HURTADO QUINTERO

 

El padre de Isabel Sofía, es un abogado y docente palmirano, amante de la palabra como puente de emociones. Nació el 04 de febrero de 1991, hijo de Martha Angé lica, Óscar Williams y Palmira. Creció bajo el amor de sus abuelas, abuelos y bisabuelas.

 

Se formó en el Jardín Caperucita Roja y el Colegio Agustiniano, donde se entregó a la literatura bajo la guía  de Martha y Yamilso. Egresó como abogado de la Universidad Libre y como Magíster en Derechos Humanos   y Cultura de Paz de la Pontificia Universidad Javeriana.

 

Ha dedicado su vida a la educación, por inspiración de su abuela Dalila. Se describe a sí mismo como un coherente de lo absurdo que trata de dar sentido a los detalles inadvertidos, explorador y constructor de recuerdos para alimentar el alma y fiel creyente en la mirada de su hija.

 

 

 
Mi obra

 

Esta mañana no salió el sol,

sino tus ojos.

 

Hoy no iluminó el alba,

 sino tu alma.

 

El rayo de luz no tocó la viña,

sino mi vida.

 

La brisa no cubrió con donaire la flora,

sino mi obra.

 

Mi obra no es de lienzo ni papel.

No lleva tinta ni la talla el cincel.

Es sublime y consuela el espíritu.

Mi obra, hija mía, eres tú.

 

(Escrito un 17 de agosto de 2018

 mientras observaba a mi hija Isabel Sofía

en su semisueño matutino).

 

 

 

 

ELIZABETH DUQUE

 

Eliza es del color de la tierra, tiene los dientes de su abuelo y la algodonada sonrisa de Isabel, palmirana desde los 14 años.

 

Escribe a destiempo. Co-fundadora del Colectivo Literario Palabras Biches, también le copia a la psicología social.

 

 

 

Mirada desconocida

 

Tus manos son un túnel a lo desconocido,

 un foco en la distancia.

Luchar por no perder el sentido en ellas,

 sepultar las dudas,

temer al círculo,

tomar la luz confusa,

 ser curiosidad,

atravesar con suerte el agujero,

¡y celebrar perdernos!

 

 

 

 

CONSTANZA EUGENIA MUÑOZ FLÓREZ

 

Magister en educación, educadora, narradora y poetisa. Autora de la novela La Cigarra. Miembro activo   del Centro Literario Antioquia, en Medellín, Colombia desde el año 2000, cofundadora de Universo, tinaja de palabras año 2016.

 

Pertenezco a la Red de Mujeres Artistas de Medellín. Tengo publicaciones diversas en antologías poéticas colombianas y extranjeras.

 

Premios:

Medalla al mérito en Punta del Este, Uruguay (2013) Diploma por trabajos literarios, Institución  educativa Andrés Bello 2009.

 

Autora del himno al FESA, institución educativa en  Bello, 2001.

 

 

 

Soy

 

Soy más que una historia,

soy lo que llevo en la memoria.

 

Soy un sueño compartido

a través de mi destino.

 

Soy un camino perdido,

ya no tengo rumbo fijo.

 

Voy buscando los amores

que se fueron en invierno

y regresan como el vino,

añejos, lúgubres, vestidos

con la nostalgia de un adiós

 lleno de olvido.

 

Soy también como esas aves,

vuelo y espero en el tiempo

a que regrese mi dueño.

 

Tengo un nido allá escondido

en un lugar que sin nombre,

guarde todos mis pecados,

los del hombre enamorado,

los del príncipe azulado,

los del amante olvidado,

 

los que faltan por llegar,

para ser y seguir siendo

una mariposa volando en sueños,

que quiere regresar el tiempo.

 

 

 

 

DAVID MORALES IZQUIERDO

 

Nací en Palmira el 16 de septiembre de 1951. He sido docente en artes plásticas durante cuarenta años y he hecho cinco exposiciones individuales y varias colectivas.

 

Tengo un libro de cuentos -Esta condición humana/ David Morales, Cali: Faid editores 2003; y una recopila ción con Víctor Peña Berrio sobre lo que los escritores piensan de su oficio -Narrar Historias, Arte y oficio -registro N. 10-729-205, julio 25 de 2018-.

 

Actualmente formo parte de la revista Pensamiento y Psicoanálisis, en la que escribo y hago ilustración ocasionalmente. En preparación un libro de semblanzas sobre el economista y escritor Edgar Vásquez.

 

 

 

III

 

Juventud

años de inconsistencia

dura sobrevivencia, afanes, dudas,

nostalgias sin nombre, urgencias,

ansias imprecisas, chapoteo incierto.

 

Era solo errancia en el deseo,

era solo grito vagabundo

cuando en la noche, cuando en la madrugada,

ella pasional, ella huella, ella flor del baile,

ella anhelosa diosa de la sombra que tantea,

que es piel, que es lengua insaciable,

entrecortada voz, sombra del habla que acaricia,

 cuando en la noche, cuando en la madrugada,

ella…

Era solo sueño del tiempo.

 

 

 

 

 

GLADYS DURÁN DAZA

 

Nacida en Palmira, gestora y creadora cultural. Poeta y declamadora. Otros géneros: cuento, crónica y notaligerismos. Sus incursiones poéticas se gestan desde la década de los años 80 hasta la fecha.

 

Participante activa en encuentros y recitales poéticos,  auspiciados por la Secretaría de Cultura Palmira y la  Fundación de Artes Plásticas y Literatura; así, como en encuentros de declamación en Palmira. Miembro del Parlamento Nacional de Escritores de Colombia - Asociación de Escritores de la Costa - Cartagena. Soy un espíritu libre que gusta compartir su esencia poética con las únicas armas que deberíamos disparar cada día, con humana intención e imprecisión: las palabras.

 

Aún me pregunto: si la psicóloga social que existe en  mí, es quien escribe o la poeta en construcción inaca bada le aporta a aquélla.

 

 

 

Bolsillito mágico

A la “bella Pau”

 

En el bolsillito de tu uniforme

descubro todos los días:

montañitas de ilusiones,

plastilinas de vida,

papelitos de amor,

empaques de ternura,

botoncitos de libertad,

arco iris de sueños,

semillitas de esperanza,

melcochitas de afecto,

sacapuntas de colores,

moneditas de la suerte...

Allí, en un lugar tan pequeñito,

me construyes el mundo que yo quiero.

elizabeth duque
constanza eugenia
david moralez izquierdo
gladis duran
carlos andres piedhaita

CARLOS ANDRÉS PIEDRAHITA GUIZA

 

Nació en Florida, valle, el 16 de abril de 1994. Familia acomodada, su padre es médico y su madre es ama de casa. Sus mayores inspiraciones en la escritura son Oscar Wilde, Edgar Allan Poe, José maría Vargas Vila y charles Bukowski. Amante de la música y el arte.  Guitarrista clásico y compositor de flamenco un tanto disonante.

 

 

 

Astropófago

 

Humanidad; mito y símbolo

de una lamentación no exclamada,

decoro de los sueños, alma de estrella devorada,

 auge, caída, rito y agonía,

susurro del cosmos, aullido en afonía.

 

No hay tiempo, ni ser,

la materia no cambia, la luz no se apaga,

hombre, mujer, yahveh y lucifer,

inexistencias en las que el espíritu simplemente divaga.

 

En el dolor del gran parto, la amputación del gran falo,

 los senderos de galaxias eyaculadas,

la mente y los cuerpos de las sacerdotisas extraviadas

apuntan a la cabeza del masturbador,

apuntan a los sueños de su halo.

 

 

 

 

 

MAURICIO CAPPELLI

 

(1976) Ingeniero industrial, creador en literatura y gestor cultural.

 

Estoy vinculado a proyectos de cultura ciudadana y de promoción de la historia y del patrimonio local. He escrito quince libros, entre ellos Más allá de la suerte, cultura de los corteros de caña; El encantador de mariposas, crónicas de las montañas de Palmira y Palmira Circular, historia de Palmira en el siglo veinte.

 

He realizado viajes como mochilero a Suramérica, México, India, Nepal y China.

 

Actualmente soy docente de la Escuela Municipal de Artes Ricardo Nieto y dirijo el taller de escritura creativa Casapalabras.

 

 

 

Cuando el viento sube por el hilo

 

A mi padre Mario

A mi hijo Ari Yoel

 

 

1

 

Una cometa es el viento

y sube el viento por la madeja

cuando a la infancia

nos soltamos.

 

2

 

Ser un buen hijo

no es lo mismo que ser un niño.

 

3

 

Conserva lo mejor de tu infancia

                          aunque algo de ella

sea doloroso,

 

conserva al hombre

            que no ha crecido

 

porque solo él reconoce

el árbol al que debes regresar.

 

 

4

 

A veces el mejor sonido

 de tu interior

es el que revela tu paisaje

 

el mejor sonido de tu interior

es el que queda entre la vida y tu vida,

después de las palabras

 

el mejor sonido

(del interior de todo)

 

quizás

 

es cuando tu precioso pasado

 te escucha respirar.

 

5

 

Conserva la infancia de la vida

 

 (ese es el lente más difícil)

 

usa tu memoria

con la ilusión adecuada

y conserva al hombre

que no ha crecido,

 

mira que el mundo

será muy adulto

y deberás saber un día

por cuál niño regresar.

 

6

 

Déjalo salir de adentro,

dice Mario,

 

deja que suba de lo profundo,

 

que ya el gesto aparecerá.

 

Y al río que está detrás

                        le pregunto:

¿qué es lo profundo?

y el río, que es solo el río,

                       me responde:

 

piensa en el hijo que eres

y libera a tu papá.

 

7

 

Corre, hijo,

             corre,

con todas tus fuerzas

que una sombra amiga

 te estará siguiendo,

 

que también la hojarasca del bosque

 se sabe el camino hacia tus ojos.

 

8

 

La mejor manera de mover un tronco

                                                  muy pesado

es pidiendo ayuda,

 

la mejor manera

de cargar ese tronco

es dejando que la tierra lo sostenga.

 

9

 

el árbol interior

      de todos, dice:

 

quizá ser un buen padre

sea lo mismo que ser un niño.

 

 

 

10

 

Carta abierta para el lago:

 

serás mañana, de nuevo,

un hermoso paisaje

 

porque sabes escoger los hilos,

                                      las palabras,

que llegan a tus ojos.

 

11

 

Sé que estás muy lejos, padre,

 

 y que mis manos

ya no te alcanzan,

 

sé que te ocurre otro viento,

                    otros amigos y otro lago,

 

y que solo con atardeceres

                           me respondes,

 

así nos ocurre a la vida y a mí,

el hermoso universo de tu sombra

cuando me despierto.

 

Ven a mi viento cuando quieras,

 

visítame

    que te escucho

 

juguemos

                  que no estoy solo,

 

mira estos pequeños pies

                         que me siguen

              como una semilla que emerge

preguntando por su verdor

hacia la luz;

 

le enseñaré la voz de tu hojarasca

 

le enseñaré a ver su árbol

en las hojas más livianas

 

y estarás ahí en lo alto,

cuando te señale

 

porque la madeja de tu sueño es larga

 

y son bellas las palabras de la vida

que suben por mi hilo.

 

12

 

El viento que cualquier cometa necesita

es una voz (interior)

que vive en nuestras manos;

 

una cometa no es libre

 cuando vuela,

sino cuando la soltamos.

Esta antología se terminó de imprimir
el 18 de Noviembre de 2022

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