ANTOLOGÍA DE POESÍA PALMIRANA MÁS ALLÁ DEL VUELO
La poesía en Palmira se hace voz, transmuta desde los labios en caída libre al desierto blanco de las páginas, se hace palpable, visible y provocativa, se viste de gala para habitar los ojos, se recodifica a sí misma sin más pretensiones que existir, permanecer o ser punto de partida.
Esta antología pretende ser eso: punto de partida, posibilidad de caminos para esas voces, para esas búsquedas, hoja de ruta y cartografía de las palabras y por qué no, si todos los sueños se hacen uno, el inicio de la gran colección de autores palmiranos.
© Más Allá del Vuelo
Antología de Poesía Palmirana
Agenda Cultural
©Secretaría de Cultura de Palmira, 2022
ISBN: 978-958-49-7748-9
Gestor del Proyecto:
Ancízar Arana Cruz
Consejero Municipal de Cultura Sector Literatura
Consejo editorial de la antología:
Guillermo Tovar Torres
Junior Adilson Pantoja
Ancízar Arana Cruz
Edición: Ancla Ediciones
Cel.: 57+3102590375
Diseño de carátula: Niyireth Cano Valencia
Ilustraciones: Carol Dayana Arana Velásquez
Corrección de estilo: Fires Parra Arias
Queda prohibida, sin la autorización escrita de los titulares y el editor, la reproducción parcial o total de esta obra con fines económicos. Los poemas de la presente antología son propiedad y responsabilidad del autor, su publicación en la siguiente antología no limita sus derechos.
Esta Antología hace parte de la Agenda Cultural de
la Secretaría de Cultura de Palmira,
mediante una convocatoria abierta realizada
por el Sector de Literatura de la ciudad,
en el marco de la propuesta
Circulo de Poesía Palmirana.
PRESENTACIÓN
Palmira es una ciudad de múltiples voces, la poesía deambula por las calles entre morrales desgastados o portafolios repletos de papeles legales, se hace vuelo en un rincón de la plaza de Bolívar, mientras los granos dorados tapizan el suelo o viajan en el emplumado abismo de una paloma y las metáforas emergen anónimas, casi indiferentes, con la única intención de sólo ser. La poesía fluye entre los pupitres, se escapa de las cátedras acartonadas y se redime en nuevas manos ambiciosas de mundo, se hace añeja, se fermenta en las pupilas experimentadas que han visto todo, que han soñado todo, pupilas ocaso, pupilas vida.
La poesía en Palmira no se queda quieta, se hace sueño, visión y rebeldía, dolor y patria, pasión y lujuria, y camina descalza el día lunes, llena de precariedades, de gritos pidiendo ser ventana, y camina de etiqueta, amortajada en la monotonía de un jueves cualquiera que se rompe a sí mismo en el centro de la ciudad o se sienta en silencio en los andenes de los barrios y sus laberintos invisibles.
La poesía en Palmira se hace voz, transmuta desde los labios en caída libre al desierto blanco de las páginas, se hace palpable, visible y provocativa, se viste de gala para habitar los ojos, se recodifica a sí misma sin más pretensiones que existir, permanecer o ser punto de partida.
Esta antología pretende ser eso: punto de partida, posibilidad de caminos para esas voces, para esas búsquedas, hoja de ruta y cartografía de las palabras y por qué no, si todos los sueños se hacen uno, el inicio de la gran colección de autores palmiranos.
Ancízar Arana Cruz
Consejo Editorial
Contenido
Presentación
Javier Humberto Banderas Cardona
William Felipe Hurtado Quintero
Constanza Eugenia Muñoz Flórez
Carlos Andrés Piedrahita Guiza
EDUARDO LUNA HURTADO
Nació en Palmira en 1962, ciudad que considera uno de los grandes amores de su vida. Desde su infancia sintió una gran inclinación por la lectura. Ya en la adolescencia empezó a desarrollar la pasión por escribir. De los primeros años de juventud datan sus primeros trabajos escritos: poemas, cuentos, pensamientos, diarios, cartas, etc.
Es licenciado en Historia, de la Universidad del Valle. Desde hace varios años pertenece al grupo de poesía “Plenilunio” de la ciudad de Cali, donde ha publicado la mayor parte de su producción literaria de adulto, en la revista y en los libros colectivos.
Varios de sus poemas y cuentos han aparecido en antologías a nivel departamental y nacional. En 2014 ganó el concurso nacional de poesía de La Casa de Poesía Silva y ha recibido menciones de honor en el concurso de poesía inédita de Cali 2019 y en el concurso de poesía Eduardo Carranza 2022.
Último mejor destino para una guitarra
Su madera conservaba memorias de lunas.
Coraje y caricias.
Hilos de lluvia que rasgó el verano.
En horas de espejos su voz se quebraba.
Cristal y tallo. Badajo en el vacío.
Si no fue mesa ni cuna
no quise verla convertida en astillas.
Ha vuelto a sus raíces y a sonar.
La colgué de una rama como si fuera una fruta.
Convertida en caja, aljibe ya sin cuerdas,
en un nido de pájaros.
La Bienvenida
Descálzate de las hojas caídas
y entra.
Traes en tus ojos tanto sur
que se vuelven torpes mis palabras.
Busco en tu silencio lejanías,
estaciones de trenes,
arboledas que no atravesamos.
Tengo para ti dones sencillos:
Una fruta, la tarde, mi sonrisa.
Del adiós se regresa con un valor extraño.
En tus labios que tiemblan
un brillo de gorrión se engalana.
Al fin encuentran mis manos tu talle
que busqué por los contornos del sueño.
La cita se ha cumplido en esa canción
que gira en el disco como una luna negra.
ELE VERGARA
Nació en Amaime en el año 2000. Empezó con la poesía a sus 18 años y hace parte del Laboratorio internacional de poesía afro femenina Cimarroneando el Verbo, un grupo de mujeres con las que participó en la publicación del libro “Cimarronas del Verbo, juntanza poética” (Amafrocol, 2022); adicionalmente, Ele ha participado en publicaciones colectivas como “Con los pelos de punta” (Amafrocol, 2020), “Metáforas al vuelo” (Ancla ediciones, 2021), “Las voces en mí” y “Como si fuera la primavera” (Ita Editorial, 2022) entre otras.
Acaba de lanzar su primera publicación independiente titulada “Ella, poemas cortos” (ITA Editorial, 2022), una colección de poemas conceptuales inspirados en las mujeres de su vida.
Sábado
A pesar de todo, la vida sigue;
a pesar de todo, hoy es sábado.
En el barrio, hoy es sábado.
Los asesinados ya fueron enterrados,
la próxima semana se harán los rituales de venganza,
pero, por hoy, la vida sigue.
A pesar del frío,
afuera,
aún es sábado.
En un parpadeo
será lunes
y la vida retomará su curso de horas facturables,
volverán las preocupaciones por la ausencia del dinero,
se coronará al aburrimiento
como amo y señor de las rutinas cotidianas;
pero mientras tanto,
hoy es sábado
LINA FERNANDA RINCÓN CHÁVEZ
Maestra en artes plásticas, egresada de la facultad de artes visuales y aplicadas del Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali. Diplomado en pedagogía visual Instituto Departamental de Bellas Artes. Se ha desempeñado como promotora de lectura en el municipio de Palmira con la Secretaria de Cultura, para diferentes institutos educativos, bibliotecas, casas de adulto mayor, institutos de niños especiales.
Paralelo a su actividad como artista visual, ha escrito poesía por varias décadas, almacenada en cientos y cientos de papeles que acompañan sus bocetos y hace aún más intensa su actividad creadora. Sus poemas han sido seleccionados y publicados en el libro CALCO. A lo largo de su carrera artística como escritora y poeta ha participado en más de 20 presentaciones donde ha declamado y compartido sus poemas donde algunas veces mezcla su actividad performática con la narrativa, premio bienal 2021 performance el silencio en Colombia.
Suspiro
Aspiración fuerte y prolongada,
lo miraba en la noche antes de dormir,
su espalda olía a café
días donde su cuerpo era mi refugio.
Frigidez de palabras que danzaban por mi lengua
húmeda
soñando con ponerte poemas en la mesa de noche,
el polvo fue óbito.
Veo el camino
Y como el crudo destino,
canta sobre mi alma
¡Qué bello mi día!
Me dice antes de morir.
Árbol
-Un día antes de su muerte –
Hoy escribo sobre su carne,
anuncio que mis poemas están siendo crueles,
en el árbol herido se contemplan las palabras,
resuenan secretos,
el abrazo que nos dimos,
aún recuerdo cuando jugaba escondite tras de él,
¡que añoranzas!
-Despedida-
Quiero subirme en sus manos verdes y largas,
recorrerlo como las aves,
ver desde su lomo mis juguetes en el suelo,
agarrarlo fuerte para que no lo corten,
regalarle un abrigo para que no muera de frío
PAOLA ANDREA MONTOYA
A mis 30 años soy estudiante de licenciatura en Literatura de la Universidad del Valle sede Palmira donde curso último semestre, actualmente resido en el municipio de El Cerrito, pero soy Palmirana de nacimiento.
Dedico mi tiempo a escribir poesía que atraviese mi alma y la de mi lector o lectores, dependiendo de cuantos quieran leerme, pero con uno me basta. En el pasado, en plena pandemia, tuve la oportunidad de hacer dos publicaciones en el exterior, un poema para la editorial hago cosas del país de España, y una calaverita literaria para el día de muertos en el país de México, y conté con la fortuna de ser ponente en el segundo coloquio de la Universidad del Valle con la poesía indígena de Humberto A`kbal y su transformación de poeta a chamán.
Alto
Hicimos una tregua de ¿amor?
él juró no volverme a buscar en su vida
y yo juré no volver a encontrarlo en mis sueños.
Hambre
De frenar balas que disparan llantos,
de silenciar bocas que trasquilan cantos.
Hambre de matar poetas pusilánimes y flacos,
fatiga de mujeres mudas
a quienes mutilaron sus manos.
Hambre, codicia,
afán de no ser solamente una piedra muda
dentro de un zapato.
Olvido
Hoy soy ceniza
en la memoria de un poeta que también
han sepultado en el olvido.
Baúl
Guárdame ahí, bajo la sombra de la luna llena,
donde el sol no ha besado y la noche sigue en penumbra,
donde acumulas tus noches vacías,
donde guardas las memorias de tu infancia,
las sonrisas de tu padre
y las historias de tu abuelo.
Guárdame en secreto en el rincón de algún prado,
donde las aves reposan mientras vuelan al nido.
Ocúltame, y no le digas a nadie que, entre tú y yo,
lo único que existe
es el olvido.
DAVID BETANCOURT
En boca de todos como Betan. De cuna caleña, pero bronceado Palmirano. Nació un octubre del 2002 y dos días después ya estaba haciendo arte.
Estudiante de artes visuales de la Universidad del Valle y aprendiz de lo que sea mientras le dé tiempo, su in terés a lo largo de su carrera y vida ha sido por la producción audio visual, el baile en todas sus formas, la gestión cultural y la poesía.
Co-fundador del colectivo literario Palabras Biches cuyo objetivo ha sido contribuir a la agenda cultural de la ciudad de Palmira desde la poesía y las artes literarias. Acariciador profesional de perritos, repartidor oficial de abrazos.
Triste
Quepo en un cenicero
y mis ríos se unen a la brisa que azotaba el sol de ayer,
llevo las corneas hechas cántaro,
un barrial al pie del colchón
y un techo ardiente que me pide cada noche una taza
de quietud.
Barro la cama para quitar el polvo de cuando soy
antiguo,
mis raíces son la mismas que las de los geranios de mi
abuela,
mi cobija siempre ha sido un baúl de abrazos.
Peso lo que pesa la conciencia de Judas
soy el punto más remoto de la tierra.
LUIS CAMILO GONZÁLEZ LEMA
Nacido en Palmira el 8 de enero de 1996. Su interés por la literatura empezó en la juventud, donde tuvo oportunidad de leer a novelistas rusos, argentinos y colombianos.
Luego de interesarse profundamente por la poesía, emigró a Estados Unidos a los diecisiete años, donde se tituló como Bachelor’s in English en la Universidad Central de la Florida.
Su interés por la poesía le llevó a escribir varios libros que se mantienen inéditos, y constantemente traduce del inglés al español distintos autores para hacerlos accesibles a otros lectores ávidos.
Ayer
Sobre un verso de Mallarmé
Ayer, ayer, ¡devuélveme su aurora!
la esquiva sombra del pasado mío,
aquel que fui, quien se contempla ahora
con rostro impropio y corazón vacío.
El día va pasando, y se desflora
en un cielo plomizo, y el baldío
declinar de silencio que rumora
en el alma se vuelve escalofrío.
Ayer. Ya ha sido cubierta de nieve
la alta estatua que miraba al poniente
sabiéndose ya sin amanecer.
Oh, vida: endeble sueño, intenso y leve,
en que todo tuviste, y finalmente
ya no posees, ¡ni podrás perder!
El vampiro
El cuerpo inmóvil, la boca inclinada,
a la sombra revela el blanco cuello;
en la pupila abismando un destello
sobre una lengua trémula y pesada.
Ya se abre paso en la senda mojada
deshojando el delgado y rubio vello;
dejando en él impreso el tibio sello
de la piel tiernamente lacerada.
Entonces dio el último suspiro
tras haber cansado el labio sediento
en la desnuda tez que se opacaba,
y tras secarse la boca, el vampiro
admiró aquel paisaje sangriento
sintiendo que el deseo no menguaba.
DIANA ARIZA
Soy estudiante de Ingeniería Agronómica, quiero dedicar mi vida al campo colombiano y aprender. Mi pasión surge en la danza de lo natural, el entorno me habla e intento retratar su sentir por medio de palabras.
Soy una mujer sencilla, me gusta conectar con la gente, soy apasionada y lucho por mis ideales. Me apasiona el arte en toda su expresión, lo disfruto tanto como espectadora o siendo partícipe de su creación.
Mi lema es “no soy lo que escribo, soy lo que sientes al leerme.”
El texto que eres
Me siento en el escritorio,
pienso en ti,
en que si el bolígrafo tuviese el poder
yo estaría eternamente entre tus líneas.
Encontrándome sometida a tus inicios largos,
a tus desarrollos densos
y a tus finales inconclusos.
Qué líricos son tus besos,
qué callados son tus puntos finales,
qué manera tan extraña de relatar tu fuerza,
qué incomprensión hay en tus desenlaces.
¿Cuántos puntos suspensivos esconde tu cuerpo?
¿Cuántas palabras y micro-cuentos esconden tus
cicatrices?
¿Por qué hay tanta puntuación en ti?
creo que esa coma no iba en tu pecho
y espero no pienses que he sobreentendido tu texto.
Soy yo quien pone mi mano
para que el bolígrafo determine que más quiere escribir,
pero no niego el hecho de que si de mí se tratase
escribirá en cursiva para acariciar tu piel
con la suavidad que esta demanda.
Colombia
Ojos acunados por ojeras cansadas,
pupilas dilatadas por la incertidumbre de la noche,
manos temblorosas empuñando futuras muertes.
Una guerra sin fin,
diferentes ideales, bandos enfrentados.
Después del tiroteo
surge el silencio devorador.
Nacen los ríos rojos en la selva,
se abre el día con el cantar de los pájaros
y se cierra la noche con el seco sonido del disparo.
Inicio y fin,
llora el niño recién nacido.
Inicio y fin,
llora el hombre en su lecho de muerte.
LUZ ADRIANIS RODRÍGUEZ ROMERO
Estudiante de Licenciatura, en Literatura en la Universidad del Valle, sede Palmira. Habita la ciudad de las palmas desde el año 2003, hija de una madre persistente y de la educación pública.
Fiel creyente del arte como salvación y herramienta de transformación social. Evasora de religiones, pero cautiva de la bondad colectiva.
Autosabotaje
Soy mi propia piedra, inerte en el camino del porvenir
me persigo entre cada paso, la indecisión sacude,
soy mi propia piedra, no hay culpa a la sombra,
he agotado todos los discursos de salvación,
me ato, me asfixio para no continuar,
soy mi propia piedra, me estanco en cada intento,
avanzo y no veo la salida del ensueño,
soy mi propia piedra partida en tres,
un espasmo entre el pecho y el corazón,
dos ventanas enterradas en el recuerdo,
tres lágrimas a media noche,
soy la piedra, soy el camino,
avanzo y resisto.
Descenso
A los cuatro sonreía sin parar,
hasta los siete fui feliz,
a los nueve conocí el dolor,
los once me dieron la amistad,
el primer amor llegó a los quince,
desde los dieciséis no tengo memoria,
el tiempo se ha vuelto un parpadeo,
ahora soy los vestigios de lo que hicieron de mí,
ahora soy lo que hice de los recuerdos
ahora, ayer
a los veinticinco no pude escribirme
mañana, hoy
me ahogo en veintisiete océanos de sol.
Doble fondo
En el espejo se refleja un cuerpo
sin nombre,
sin pasado;
se agrieta en la soledad,
empañado de incertidumbre,
la piel desganada,
desgarrada, sofocada;
hay un cuerpo en mi lagrimal,
desliza la ausencia de ser alguien,
de ser algo,
en el espejo se refleja mi cuerpo
agrietado, mancillado;
ilusiones del futuro que no llega,
oasis del no ser, no existir,
en el espejo no se refleja un cuerpo,
no será, no seré,
el espejo quiebra en el grito del olvido.
YULIANA GÓMEZ
La unión, Valle del Cauca, 1999. Licenciada en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad de Pamplona.
He participado en diferentes eventos como lo fue la convocatoria de jóvenes poetas ciudad de Cúcuta donde obtuve el cuarto lugar en la convocatoria, además, fui publicada en el libro “Cien años, Cien Poetas, Cien Poemas” de la biblioteca pública Julio Pérez Ferrero, en la ciudad de Cúcuta, fui la organizadora del primer recital de poesía colombiana en la Universidad de Pamplona en noviembre del 2019 y poeta invitada en el municipio de Palmira al recital “21 Nocturnos para David” realizado en UrbanArte en el año 2020.
Tierra
Devenir del tiempo,
dorado como una naranja,
alas amarillas reflejo de la sombra,
latiendo por la inexistencia de ser.
El tiempo vendrá, besará la puerta,
abrazará,
y batirá el éxtasis de tierra mojada.
Dejad
que la tierra nos conceda el virgen deseo de ser,
la mar encontrará nuestras manos.
EROS DE BREND
Nacido en Palmira, Valle del Cauca, en algún año del siglo XX. Es un cavernícola que encendió la llama de la palabra y confiesa secretos inéditos; un desconocido que despliega sus alas entre las sombras, un fantasma con alma de aventura, un dinosaurio con carisma de perro, un borracho sincero y un loco muy cuerdo.
Ha participado en el Festival Internacional de Poesía de Manizales, ha publicado en revistas como Sinestesia, TriploV y Fábula. Ha estado en antologías como la de Diversidad Literaria de España.
Suicidio
Me he convertido en una especie más,
nacido del huevo de mi propio monstruo,
untado de porquería con olor a mierda
que se alimenta de almas que deambulan
distraídas en los pasillos.
Ya es el momento,
lo indican las manecillas,
deformo recuerdos que ahogo
en el rincón del demonio.
En las ruinas del olvido
algo grita en nombre de lo que nunca fui;
eso que está en la entraña
de algún laberinto sombrío,
y que busco en el escondite de lo inalcanzable, parece
eterno.
Ni siquiera puedo
con la baraja exacta
de las horas que al pasar
me estrangulan.
De este lado,
la soga de mi cuello
ocupa el espacio
devorado por el monstruo
en esas horas de ausencia.
A la derecha,
al ver por la ventana,
estoy yo;
entre la hora precisa para encontrarme
y el vacío profundo
dentro de lo que cabe seguir vivo.
Eternidades
Algo me falta en este espacio
lleno de ti, oculto en mí.
La redención hecha sombra en el rincón de las siluetas
se transmuta
como si la soledad tuviera su propia tierra de liras
tocadas por hombres sin ojos
y su puente hubiera sido tallado con las manos
de un artesano ciego que repite su figura
y repite y repite hasta la vigilia
o como si esto fuera un recital de poetas
sordos que no saben cuándo callarse.
Algo me falta en este espacio
que se llena de ti como una luna
en el eclipse de un ojo
y aunque la arena inunde el todo del mundo
y se fragüe con arcilla un libro de infinitos sueños
sostendré con la mirada
el cielo que mis ojos trepan
hasta que caigas en ese retrato que conservo;
hasta que la muerte desplume
cada uno de mis huesos rotos.
Me he fumado todos los espirales
como un elixir verde que abre ventanas púrpuras en el
universo
porque quiero abrir de una sola todas las formas
que me conducen a ti
mientras masturbo aquel verso
que tiene poses en los puntos suspensivos
sobre las líneas de la piel
justo cuando hay una coma esperándonos en el placer,
tal vez así te conserve como eres:
la propiedad etérea del amor perpetuado.
Me faltas en este espacio lleno
de ti, oculto en mí;
las sonrisas que te llevaste
eran luceros hasta que me arrebataste la noche
y ahora las estrellas caen como simples cuerpos
que van hacia la triste muerte de la luna.
ANDRÉS MORENO RAMÍREZ
Palmirano de pura bicicleta y cholao. Cursó su educación básica en emblemáticas instituciones educativas de la Villa de las Palmas, como la escuela Hárold Héder y el colegio Raffo Rivera. Obtuvo un título de pregrado como Administrador de empresas en la Universidad Nacional, sede Palmira.
Durante sus estudios siempre se mantuvo cercano al acto indivisible de leer y escribir, pero sus primeros escritos sólo fueron publicados en su época de universi tario, por esto, tres de sus poesías fueron incluidas en la antología de poesía y pintura: “Palmira, color y palabra, del año 2011”.
También ha explorado en narrativa y escritura de textos para teatro y títeres; siendo una de sus obras publicada en el libro: “Titiritextos volumen 1” del año 2013, de la fundación teatral Madretierra de Palmira. Además, en el año 2022 gestionó la autopublicación del libro “Cartas desde otro planeta”.
Las tres son para ti
Cada muerto tiene su flor, cada flor
se pasea por un verso
recogiendo lágrimas
enfrente de los inmortales muertos.
La calle solo existe para los que viven entre paredes,
nada saben los perros y las aves de fronteras.
Escurren fluidos del cielo,
las cercanías se trasforman en caricias,
en la fauna de papel
todos los colores, todas las delicias.
Hoja al suelo
Miro al firmamento,
me miran las imágenes del universo.
La extensa soledad que nos atañe
combate famélica las lejanas presencias
en el fulgor de las ciudades, hombres nacen, hombres
mueren.
Sombras del sol arribando con el viento,
mujeres resucitan,
mujeres emprenden el vuelo sin regreso.
Vuelvo a Siberia con los hijos del abandono,
agonizo bajo un puente en el gélido invierno citadino,
todos somos el parias en juego de las naciones,
herederos de las nadas usurpadas,
somos todo y somos nadie
contemplando el ulular del otoño,
Acudiendo al nacimiento de otro mundo.
ALEXÁNDER ARIAS CALERO
Nace en Palmira en 1969, estudia la primaria en la Escuela Julio César Arce en el barrio Colombia, se gradúa como bachiller del Colegio de Cárdenas de Miriñao, hace tránsito un tiempo en el teatro y la danza, estudia Sociología y una maestría en Historia en la Universidad del Valle. Su trayectoria profesional la ha desarrollado como docente e investigador, sin perder la pasión por la escritura.
Mar
En la mañana el aire respira aves,
en la tarde respira soles
y en la noche, la sal de una estrella.
Fluidez
Luces llegando,
caudal de sueños.
Mucha agua para un barco tan pequeño,
cuerpo frágil para una emoción tan grande.
Se entiende el naufragio, venimos del mar.
Llegar a pesar del tiempo.
Color
Modular la temperatura para resaltar el asombro.
Segundos separan la sensación de estar y dejar de ser.
Todo se mueve.
Las hojas, aun en el suelo, siguen siendo árbol.
No lo extrañes, lo llevas puesto.
Calma
Cerrar la luz y viajar la oscuridad, otro lenguaje para
mover la respiración.
No hay salir o entrar, la mirada es la barrera.
Los trazos, la amplitud de la piel y los pliegues
se escuchan mejor con la luz apagada.
ARMANDO BANGUERA HERRERA
Vive en Palmira, ciudad que lo vio nacer en 1971 y desde entonces le da albergue y cariño. Desde temprana edad ha sido un observador de su entorno y con base en vivencias propias y ajenas, trata de hacer ejercicios literarios sin academia y solo para intentar conectar con esa energía etérica que le permite al ser, alivianarse ante la desbordante densidad que nos arropa. Hombre de familia, Ingeniero Industrial de la Unad, ha transcurrido su vida laboral en el campo del mantenimiento industrial. Ahora, con un poco más de dedicación, entendiendo que el mundo literario es infinito, complejo y maravilloso, se asoma por esta ventana para compartir una esquirla de su mundo.
En una calle cualquiera
Algún día nos encontraremos,
en una calle cualquiera.
Nuestros ojos se alinearán,
y hablarán de los besos perdidos,
de las palabras mudas,
las caricias reprimidas,
del falso abrazo afectuoso
que oculta terremotos,
de la pasión maquillada,
gota fría resbalando por la cara.
Después que confiesen los silencios,
caminaremos de la mano,
y haremos el amor
en el lecho más cercano.
Luego nos iremos,
y quizá nunca más nos encontremos,
pero habremos saldado una deuda pendiente
que el destino nos cobraría algún día,
al hacernos coincidir,
en una calle cualquiera.
Craps
Se lanzan los dados.
Cada vez se vive menos
y la supervivencia pesa más.
Sombras asesinas acechan el pensamiento,
a la libertad esposada
le dan permiso para fumar.
El aire que da vida
esta infestado de fantasmas,
la mueca de la muerte
nos parece una sonrisa,
y en la tirada,
si es que los números nos favorecen,
elegimos la agonía prolongada,
disfrazada de amaneceres.
JAVIER HUMBERTO BANDERAS CARDONA
Javier Humberto Banderas Cardona, nacido en Palmira, (Valle del cauca) en 1963, de joven vivió entre la ciudad y el campo, siempre se inquietó por el arte y la cultura, entre ellas las danzas folclóricas, el teatro y la poesía. Egresado del colegio Cárdenas de Palmira, es normalista superior de la Jorge Isaacs de Roldanillo. Ha ejercido siempre múltiples artes y oficios, incursionó en alguna época en la radio en su ciudad natal y un periódico tipo revista en la ciudad de candelaria en los años 80.
Fue docente de primaria en algunos colegios privado por un corto tiempo y llegó a tener su propia institución educativa en una época. Se ha interesado siempre por escribir poesía, pero nunca ha hecho publicaciones escritas, hoy pretende lograr un sueño en ella, y es convertirla en parte integral de su vida, y poder en algún momento aportar desde este género un grano de arena que permita ayudar a liberar la poesía que duerme en cada uno de nosotros.
Pluma polimorfa
Desde el lenguaje de tu silencio
me estremece un grito ensordecedor
que rompe mis sentidos.
Me enfrento a todos aquellos
que me quieren crucificado en ti,
mientras voy rumbo a esta batalla,
soy un caballo de Troya dentro de mí.
El tiempo, corona de la muerte,
es una tormenta para mi alma llena de vacío,
en esta tierra nublada de credos.
Mi risa mordaz,
extraviada entre el lamento de todos,
simula un triunfo,
mientras recojo mi armadura hecha pedazos.
Me queda el hielo de una tumba
que me invita en cada segundo a transpirar en ella,
mientras me abraza una esperanza ajena
que ilumina tu imagen.
Reconozco esa estrella
que rompe la oscuridad de mis ojos,
buscando en el infinito
a ese Dios incansable que juega sobre mi destino
con su pluma polimorfa.
Me escapo por un instante
del caos de tu mágico mundo,
apagando por completo
las luces que me han tenido encandilado
a tu vorágine de incansables escenas,
y juego a ser el Dios de mi propio universo;
es un sueño placebo.
Ahora, seré yo quien escriba
sobre el destino de mis habitantes
en este mi reino de sueños,
igual que tú,
yo les daré a mis comediantes el libre albedrío
que les permita ser dioses y demonios.
Que puedan soñar un poco a oscuras
para que renazcan en su propia luz,
y de vez en cuando se liberen de mí,
y de mi pluma polimorfa.
LUZ MARINA ARREDONDO
Poeta y gestora cultural, nació en Manzanares, Caldas. Hija adoptiva de Palmira (Valle), en donde lleva viviendo 60 años. Se ha dedicado los últimos 25 años a la literatura en la ciudad y ha trabajado con la Secretaria de Cultura, desarrollando programas con semilleros de poetas, con los estudiantes de colegios y encuentros literarios con poetas locales, nacionales e internacionales.
Tiene varios reconocimientos por su gestión cultural en especial del Concejo. Ha sido miembro activo del Consejo Municipal de Cultura y ha trabajado con Confandi en tertulias literarias. Ha sido invitada como poeta a los países de Ecuador, Perú y México, siendo reconocida como gestora cultural por el Ministerio de Cultura.
Duelen
Cómo duelen los silencios de los domingos
cuando todo se queda como estático y
la tarde languidece.
Desde mi ventana observo las montañas lejanas
teñirse con los colores del crepúsculo,
¡Qué hermoso paisaje!,
pero aun así no dice nada a mi alma.
La nostalgia lo invade todo,
esta sensación de vacío al no tenerte lo ocupa todo.
¡Cómo duele la soledad!
Este día me entristece,
se hace largo y pesado
por esperar en vano que llegues.
Cómo duelen los días en que tú no estás,
cómo duelen los silencios del domingo
al morir la tarde.
WILLIAM FELIPE HURTADO QUINTERO
El padre de Isabel Sofía, es un abogado y docente palmirano, amante de la palabra como puente de emociones. Nació el 04 de febrero de 1991, hijo de Martha Angé lica, Óscar Williams y Palmira. Creció bajo el amor de sus abuelas, abuelos y bisabuelas.
Se formó en el Jardín Caperucita Roja y el Colegio Agustiniano, donde se entregó a la literatura bajo la guía de Martha y Yamilso. Egresó como abogado de la Universidad Libre y como Magíster en Derechos Humanos y Cultura de Paz de la Pontificia Universidad Javeriana.
Ha dedicado su vida a la educación, por inspiración de su abuela Dalila. Se describe a sí mismo como un coherente de lo absurdo que trata de dar sentido a los detalles inadvertidos, explorador y constructor de recuerdos para alimentar el alma y fiel creyente en la mirada de su hija.
Mi obra
Esta mañana no salió el sol,
sino tus ojos.
Hoy no iluminó el alba,
sino tu alma.
El rayo de luz no tocó la viña,
sino mi vida.
La brisa no cubrió con donaire la flora,
sino mi obra.
Mi obra no es de lienzo ni papel.
No lleva tinta ni la talla el cincel.
Es sublime y consuela el espíritu.
Mi obra, hija mía, eres tú.
(Escrito un 17 de agosto de 2018
mientras observaba a mi hija Isabel Sofía
en su semisueño matutino).
ELIZABETH DUQUE
Eliza es del color de la tierra, tiene los dientes de su abuelo y la algodonada sonrisa de Isabel, palmirana desde los 14 años.
Escribe a destiempo. Co-fundadora del Colectivo Literario Palabras Biches, también le copia a la psicología social.
Mirada desconocida
Tus manos son un túnel a lo desconocido,
un foco en la distancia.
Luchar por no perder el sentido en ellas,
sepultar las dudas,
temer al círculo,
tomar la luz confusa,
ser curiosidad,
atravesar con suerte el agujero,
¡y celebrar perdernos!
CONSTANZA EUGENIA MUÑOZ FLÓREZ
Magister en educación, educadora, narradora y poetisa. Autora de la novela La Cigarra. Miembro activo del Centro Literario Antioquia, en Medellín, Colombia desde el año 2000, cofundadora de Universo, tinaja de palabras año 2016.
Pertenezco a la Red de Mujeres Artistas de Medellín. Tengo publicaciones diversas en antologías poéticas colombianas y extranjeras.
Premios:
Medalla al mérito en Punta del Este, Uruguay (2013) Diploma por trabajos literarios, Institución educativa Andrés Bello 2009.
Autora del himno al FESA, institución educativa en Bello, 2001.
Soy
Soy más que una historia,
soy lo que llevo en la memoria.
Soy un sueño compartido
a través de mi destino.
Soy un camino perdido,
ya no tengo rumbo fijo.
Voy buscando los amores
que se fueron en invierno
y regresan como el vino,
añejos, lúgubres, vestidos
con la nostalgia de un adiós
lleno de olvido.
Soy también como esas aves,
vuelo y espero en el tiempo
a que regrese mi dueño.
Tengo un nido allá escondido
en un lugar que sin nombre,
guarde todos mis pecados,
los del hombre enamorado,
los del príncipe azulado,
los del amante olvidado,
los que faltan por llegar,
para ser y seguir siendo
una mariposa volando en sueños,
que quiere regresar el tiempo.
DAVID MORALES IZQUIERDO
Nací en Palmira el 16 de septiembre de 1951. He sido docente en artes plásticas durante cuarenta años y he hecho cinco exposiciones individuales y varias colectivas.
Tengo un libro de cuentos -Esta condición humana/ David Morales, Cali: Faid editores 2003; y una recopila ción con Víctor Peña Berrio sobre lo que los escritores piensan de su oficio -Narrar Historias, Arte y oficio -registro N. 10-729-205, julio 25 de 2018-.
Actualmente formo parte de la revista Pensamiento y Psicoanálisis, en la que escribo y hago ilustración ocasionalmente. En preparación un libro de semblanzas sobre el economista y escritor Edgar Vásquez.
III
Juventud
años de inconsistencia
dura sobrevivencia, afanes, dudas,
nostalgias sin nombre, urgencias,
ansias imprecisas, chapoteo incierto.
Era solo errancia en el deseo,
era solo grito vagabundo
cuando en la noche, cuando en la madrugada,
ella pasional, ella huella, ella flor del baile,
ella anhelosa diosa de la sombra que tantea,
que es piel, que es lengua insaciable,
entrecortada voz, sombra del habla que acaricia,
cuando en la noche, cuando en la madrugada,
ella…
Era solo sueño del tiempo.
GLADYS DURÁN DAZA
Nacida en Palmira, gestora y creadora cultural. Poeta y declamadora. Otros géneros: cuento, crónica y notaligerismos. Sus incursiones poéticas se gestan desde la década de los años 80 hasta la fecha.
Participante activa en encuentros y recitales poéticos, auspiciados por la Secretaría de Cultura Palmira y la Fundación de Artes Plásticas y Literatura; así, como en encuentros de declamación en Palmira. Miembro del Parlamento Nacional de Escritores de Colombia - Asociación de Escritores de la Costa - Cartagena. Soy un espíritu libre que gusta compartir su esencia poética con las únicas armas que deberíamos disparar cada día, con humana intención e imprecisión: las palabras.
Aún me pregunto: si la psicóloga social que existe en mí, es quien escribe o la poeta en construcción inaca bada le aporta a aquélla.
Bolsillito mágico
A la “bella Pau”
En el bolsillito de tu uniforme
descubro todos los días:
montañitas de ilusiones,
plastilinas de vida,
papelitos de amor,
empaques de ternura,
botoncitos de libertad,
arco iris de sueños,
semillitas de esperanza,
melcochitas de afecto,
sacapuntas de colores,
moneditas de la suerte...
Allí, en un lugar tan pequeñito,
me construyes el mundo que yo quiero.
CARLOS ANDRÉS PIEDRAHITA GUIZA
Nació en Florida, valle, el 16 de abril de 1994. Familia acomodada, su padre es médico y su madre es ama de casa. Sus mayores inspiraciones en la escritura son Oscar Wilde, Edgar Allan Poe, José maría Vargas Vila y charles Bukowski. Amante de la música y el arte. Guitarrista clásico y compositor de flamenco un tanto disonante.
Astropófago
Humanidad; mito y símbolo
de una lamentación no exclamada,
decoro de los sueños, alma de estrella devorada,
auge, caída, rito y agonía,
susurro del cosmos, aullido en afonía.
No hay tiempo, ni ser,
la materia no cambia, la luz no se apaga,
hombre, mujer, yahveh y lucifer,
inexistencias en las que el espíritu simplemente divaga.
En el dolor del gran parto, la amputación del gran falo,
los senderos de galaxias eyaculadas,
la mente y los cuerpos de las sacerdotisas extraviadas
apuntan a la cabeza del masturbador,
apuntan a los sueños de su halo.
MAURICIO CAPPELLI
(1976) Ingeniero industrial, creador en literatura y gestor cultural.
Estoy vinculado a proyectos de cultura ciudadana y de promoción de la historia y del patrimonio local. He escrito quince libros, entre ellos Más allá de la suerte, cultura de los corteros de caña; El encantador de mariposas, crónicas de las montañas de Palmira y Palmira Circular, historia de Palmira en el siglo veinte.
He realizado viajes como mochilero a Suramérica, México, India, Nepal y China.
Actualmente soy docente de la Escuela Municipal de Artes Ricardo Nieto y dirijo el taller de escritura creativa Casapalabras.
Cuando el viento sube por el hilo
A mi padre Mario
A mi hijo Ari Yoel
1
Una cometa es el viento
y sube el viento por la madeja
cuando a la infancia
nos soltamos.
2
Ser un buen hijo
no es lo mismo que ser un niño.
3
Conserva lo mejor de tu infancia
aunque algo de ella
sea doloroso,
conserva al hombre
que no ha crecido
porque solo él reconoce
el árbol al que debes regresar.
4
A veces el mejor sonido
de tu interior
es el que revela tu paisaje
el mejor sonido de tu interior
es el que queda entre la vida y tu vida,
después de las palabras
el mejor sonido
(del interior de todo)
quizás
es cuando tu precioso pasado
te escucha respirar.
5
Conserva la infancia de la vida
(ese es el lente más difícil)
usa tu memoria
con la ilusión adecuada
y conserva al hombre
que no ha crecido,
mira que el mundo
será muy adulto
y deberás saber un día
por cuál niño regresar.
6
Déjalo salir de adentro,
dice Mario,
deja que suba de lo profundo,
que ya el gesto aparecerá.
Y al río que está detrás
le pregunto:
¿qué es lo profundo?
y el río, que es solo el río,
me responde:
piensa en el hijo que eres
y libera a tu papá.
7
Corre, hijo,
corre,
con todas tus fuerzas
que una sombra amiga
te estará siguiendo,
que también la hojarasca del bosque
se sabe el camino hacia tus ojos.
8
La mejor manera de mover un tronco
muy pesado
es pidiendo ayuda,
la mejor manera
de cargar ese tronco
es dejando que la tierra lo sostenga.
9
el árbol interior
de todos, dice:
quizá ser un buen padre
sea lo mismo que ser un niño.
10
Carta abierta para el lago:
serás mañana, de nuevo,
un hermoso paisaje
porque sabes escoger los hilos,
las palabras,
que llegan a tus ojos.
11
Sé que estás muy lejos, padre,
y que mis manos
ya no te alcanzan,
sé que te ocurre otro viento,
otros amigos y otro lago,
y que solo con atardeceres
me respondes,
así nos ocurre a la vida y a mí,
el hermoso universo de tu sombra
cuando me despierto.
Ven a mi viento cuando quieras,
visítame
que te escucho
juguemos
que no estoy solo,
mira estos pequeños pies
que me siguen
como una semilla que emerge
preguntando por su verdor
hacia la luz;
le enseñaré la voz de tu hojarasca
le enseñaré a ver su árbol
en las hojas más livianas
y estarás ahí en lo alto,
cuando te señale
porque la madeja de tu sueño es larga
y son bellas las palabras de la vida
que suben por mi hilo.
12
El viento que cualquier cometa necesita
es una voz (interior)
que vive en nuestras manos;
una cometa no es libre
cuando vuela,
sino cuando la soltamos.
Esta antología se terminó de imprimir
el 18 de Noviembre de 2022