Medellín (Colombia) 1957. Poeta y traductora. Co-fundadora del Festival Internacional de Poesía en Medellín. Directora del documental “Tres preguntas y un poema” sobre poesía sueca. Dirige actualmente “El día mundial de la poesía” en Malmö. Es subdirectora del Centro de Escritores del sur de Suecia. Sus poemas han sido traducidos a diferentes idiomas entre ellos al alemán, francés, árabe, italiano, sueco, portugués. Igualmente ha publicado 7 libros de narrativa y poesía traducidos del sueco y del francés al español.
Algunos de sus poemarios son: Entre leño y llama (1996), Rostro de Agua, 1997, ed. Hipnos; Farallón Constelado/ Sternige Klippe. Español-alemán, Ed. Delta, Stuttgart 2003; De la fugacidad/ Om flyktigheten, sueco-español, Ed. Aura Latina, Malmö, 2005; Todo lo que amo nace continuamente, Univ. EAFIT, Medellín (Colombia) 2010; Retablos del movimiento, Aura Latina, Malmö, 2013. Apuntes para el Ejecutante, Ed. La Otra, México, 2014.
Una selección de sus poemas fue llevada a escena, bajo el título “Kropp framför spegeln” (Cuerpo ante su espejo) por el colectivo de teatro Peacock en 2019.
POÉTICA DEL CAMINAR
Mientras tanteo la distancia
siento mi abdomen como una lámpara.
Los pasos son pequeños y cortos
mientras degustan la distancia.
Llevo la atención a los pies,
al que permanece por segundos en el aire
justo mientras se levanta y es el del aire,
mientras el otro pie por segundos
está adosado a la tierra…
Segundos aéreos en cada pie,
segundos terrestres en cada pie.
Intercalamiento, sucesión, turnos.
Y mientras voy, la lámpara en mí,
se ha vuelto sol
mis manos se han calentado,
la distancia en vez de agotarse crece.
donde termina vuelve a ensancharse.
MONÓLOGOS DEL ÁRBOL
I
Le ofrecería a usted el instinto total del silencio
si no fuera por el soliloquio anudado
entre corteza y pliegues
del que acampó a mi sombra.
Ninguno era forastero para mí.
Aquí soy uno y dos, una multitud
con silbos columpiados por el soplo.
Está en mí lo que sin razones es,
no tengo otro argumento que estar de pié.
Son una sola cosa en mí crecer y cantar,
igual sonido reverdecer o armiñarme de copos.
Soy lo que tenía que ser, otra alternativa no hubo.
También seré el día de mañana y el de después
si la ronda de muerte de un prójimo suyo
no se interpone.
Usted comprende lo que quiero decir...
II
Todo lo tengo, puesto que la soledad no existe.
Me ofrezco y asisto.
Estoy en las nocturnas veladas de la Ópera
cuando flotaban aún entre mis hojas
las diurnas baladas de las cocinas de Klostergatan,
con efluvios del zarzal de rosas
desde el Pabellón de Margaretha.
Olisqueo el zumbido de los amantes
en los prados de Pildamsparken,
que contrasta con la plática del agua
al oído de los sauces en el jardín del castillo.
Pero no digo nada; ni encomio ni denuesto.
Ni contra el frío o los ímpetus volubles del viento
tengo alegato.
Mi asunto es el aire.
De la entraña común heredé la única doctrina:
Savia que asciende y brota.
Mi oda es el verde para los soles tibios
y desnuda firmeza en horas aciagas.
Si quieres una noción de mis festejos
deja un instante el corazón en vilo:
Sentirás conmigo cuando la raíz
empieza a erguirse en tronco,
y el limo esparce su carboncillo verde-bruma,
palpando a la vez aire y corteza.
Las pupilas eléctricas de las ardillas,
o sus correrías como hilos de agua
por mi tallo.
Quizás te rozaran los pies
conejos perfumados de cilantro y menta.
Y aunque tu vista no alcance, conmigo sentirías
el vehemente ajetreo de los nidos.
LO QUE CALLA Y LO QUE MURMURA
El aire toca sin ruido, pero no el viento
que tiene su cámara sinfónica en el bosque.
Semejante al agua en sus percusiones
pero que aligerada como nieve o rocío es muda.
Murmuran las ondinas en el lago,
las orillas de los ríos cosquillean al oído.
El filo del cuchillo silba
como la serpiente ante la víctima.
Son silenciosos la sombra y el guijarro,
pero todavía más la roca.
PAISAJE CONTRASTADO
Desde la distancia sólo se ve el árbol allá arriba
en la explanada que se remonta.
Parece un guardián atisbando el otro lado del mundo.
Hay una mancha oscura que lo acompaña
parece una figura humana.
- ¿La ven?
- Soy yo.
Todavía estoy aquí pero pronto
la única voz con que hablaré será el recuerdo.
Ahora en este cuarto oigo mi sangre
como una marea infatigable.
A intervalos el cascabel de las urracas
en los patios interiores.
Por mis ojos un idioma llega a mis dedos
toco verbos con pupilas y yemas,
sopeso palabra por palabra
y no quisiera que el tiempo pasara
en este ritmo que el corazón alcanza.
La poda de excesos como de las uñas pergeña
la escritura de lo despojado.
- ¿Qué dijiste? ¿qué lenguaje estás usando ahora?
- ¿Me convertiste en roce?
Comments