Girardota, Colombia, 1956. Ha publicado los libros: Poemas en blanco y negro (Universidad de Antioquia, Medellin 994); Fatum (Colección Autores Antioqueños, Medellín 2000); Oscura edad y otros poemas (Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 2006); Suma del tiempo (Universidad Externado de Colombia, Bogotá 2009); Des/historias (Cuadernos Negros Editores, Armenia 2012); Poemas de otra parte (Cuadernos Negros Editores, Armenia 2012); Locus Solus (Sílaba Editores, Medellin 2013); Blanco y Negro (Selección de textos, Amazon, NY., 2015), Monodia (Amazon, NY. 2016); Quièn juntó la ceniza (Antología virtual, Bogotá, 2020); Canción tardía (Ediciones Grainart, Bogotá, 2020) y Palabras de vuelta (Antología personal, Editorial Universidad de Antioquia, 2020). Es premio nacional Ciro Mendía (2004) y Casa Silva (2012) entre otros. Textos suyos aparecen en distintas antologías del país y del exterior, con traducciones al inglés, francés, portugués, rumano y árabe.
SE LLAMA POESÍA
Homenaje a Aldo Pellegrini
Se llama poesía todo aquello que cierra
la puerta a los imbéciles, sí. Todo aquello que abre
en cambio, la visión y el secreto del mundo a los inocentes
a aquellos que lo apuestan todo a nada
los que no guardan, no se cuidan, no acechan
no calculan y sin embargo están siempre a punto
de encontrar como por casualidad
incluso el amor, la muerte, la vida misma
Se llama poesía todo aquello que tira los pies
tras lo imposible, lo que revela el otro lado de las cosas
lo que canta al final del desastre sin motivo alguno
lo que te avienta inclemente fuera de tu ser
o invade en silencio —marea extraña
el interior hasta ahogarte los ojos
Se llama poesía todo aquello que estalla
de golpe en la palabra sin aviso y sin lógica
lo que no puede explicarse propiamente a los listos
a los que siempre tienen la razón
Se llama poesía todo aquello que vuelve luego del exilio
la derrota, los miedos. La luz que un día retorna
a los cuartos cerrados de la vieja memoria
la antigua, recuperada simplicidad de los días
el viento que reaviva una llama en la noche
lo que nos sobrevive
lo que siempre nos queda más acá de la herida
la pérdida más honda
como una última, callada
—oculta fortaleza.
ANTIORACIÓN
Que la vida me agarre confesado
boca arriba del miedo
aleteando en el azul
Una sola canción
una palabra sola
—dioses desconocidos
cantaré para vosotros
No pido ningún cielo
no ignoro vuestro infierno
Sólo este instante es mío
no lo carguéis de eternidad
Dejadme ir cuando quiera
no me atéis
no pidáis mi fidelidad
—Mi fe última
Esa apenas me alcanza
—para el día.
MIENTRAS CIORAN ENMUDECE
En las cimas de la desesperación
también el silencio
la ebriedad del silencio
En las cimas de la lucidez
también la alegría
de no ser nada
En las cimas de la soledad
también la risa
la máscara de la risa
En las cimas del vacío
la rotundidad de un cuerpo
el deseo
En las cimas del deseo
también la rotundidad
—de su vacío.
PAÍS DE SILENCIO
Alguien se atreve a preguntar por el que no ha vuelto
y las sombras le contestan: nada, nadie, ninguno
Alguien deambula husmeando los últimos pasos
los ayes que dejó en el aire, las voces que aún
se cuelan debajo de las puertas. Alguien
bajo las sábanas húmedas de la medianoche
no logra conciliar el sueño, espera hasta la alta
desolación del alba esa noticia, ese ya, ese basta
—Ese grito final que restablezca el curso de los días
y desate la voz sobre el vacío
excavado por años de silencio
—y miedo.
LENGUA/JE
Con todas las palabras
y sin ellas
El hambre y la sed
adelantando bocas
besos
mordeduras
La respiración apurada
del fuego
El deseo
que como es arriba es abajo
Ansiosamente y sin pausa
Mientras arde todo allá afuera
en el país de nunca
En el silencio cuajado de gritos
y signos
De vivos y muertos
en todas las lenguas
Y en mi propia lengua
con toda mi lengua
—te amo.
(Poemas tomados de Palabras de vuelta, antologìa personal, Editorial Universidad de Antioquia, Medellìn, 2020)
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